LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL ANALIZA A GARNELO

El desarrollo de la IA en la interpretación de obras de arte ha sido un proceso gradual, ligado a los avances tecnológicos y a la evolución de los propios algoritmos. No es un fenómeno repentino, sin embargo, a partir de 2010 la invención de las redes neuronales convolucionales (CNN) marcó un antes y un después. Estos modelos, inspirados en la estructura del cerebro, son excepcionalmente buenos para el reconocimiento de imágenes. A través de múltiples capas de procesamiento, una CNN puede descomponer una imagen en sus componentes más básicos (bordes, texturas, colores) y luego reconstruirlos para identificar objetos, rostros y, crucialmente, las particularidades de un estilo artístico. Con las CNN, la IA pudo empezar a analizar detalles imperceptibles para el ojo humano, como las pinceladas individuales. Esto llevó al desarrollo de herramientas que podían identificar la «firma» pictórica de un artista con una precisión de más del 90%, lo que revolucionó la autenticación de obras. Proyectos de investigación en diversas universidades de prestigio comenzaron a utilizar estas herramientas para analizar obras de maestros como Rembrandt, Van Gogh o Velázquez.

A partir de 2020, la explosión de herramientas de IA generativa (como DALL-E, Midjourney o Stable Diffusion) ha cambiado el panorama hasta el punto de ser incluso capaces de crear de nuevas obras, su desarrollo ha mejorado significativamente la facultad de la IA para entender los elementos estilísticos del arte.

Esta capacidad de las nuevas herramientas para realizar un análisis multifacético se utiliza para objetivos tan sorprendentes como descubrir conexiones históricas. Infinidad de algoritmos que analizan poses y composiciones están revelando influencias entre artistas y obras que los historiadores no habían percibido. También son excepcionales en campos como la conservación y restauración. La IA puede identificar áreas de una obra que necesitan restauración o analizar cómo los materiales se han deteriorado con el tiempo. Al mismo tiempo, estas tecnologías promueven nuevas experiencias educativas. Museos como el Prado o el Rijksmuseum están colaborando con empresas de IA para crear experiencias interactivas que permiten a los visitantes explorar las obras de formas completamente nuevas.

ARTERA

Página de José Garnelo en Artera

ARTERA es una plataforma y comunidad en línea, dedicada al arte, que utiliza esta tecnología para ayudar a descubrir, aprender y compartir obras. No es solo un sitio web, sino que también funciona como una aplicación (disponible en la App Store y para Android). Su objetivo es hacer que el mundo del arte sea más accesible para todos, sin importar su nivel de conocimiento. Entre más de 750.000 obras de arte de todos los tiempos, ha seleccionado 48 de José Garnelo y Alda; la traducción a través del navegador es sencilla aunque los audios, por el momento, solo están disponibles en inglés.

La IA de ARTERA utiliza diversas técnicas para «interpretar» una obra de arte, centrándose en  datos visuales, tales como análisis de pinceladas y estilo. Sus algoritmos pueden identificar patrones estilísticos únicos de un artista al analizar detalles microscópicos como el grosor, la presión y la dirección de las pinceladas. Esto crea una especie de «huella digital» que es casi imperceptible para los humanos y resulta crucial para la autenticación de obras.

Sus sistemas de visión artificial intentan detectar conexiones y influencias, analizan la composición de las obras, buscando similitudes en las poses de las figuras, la paleta de colores y el estilo. Esto ha permitido descubrir conexiones y vínculos entre artistas que los historiadores del arte desconocían. La IA puede trazar la influencia de un artista sobre otro, incluso a través de décadas o siglos.

La app también es capaz de realizar un análisis de los materiales y de la composición química de los pigmentos utilizados en una obra, al comparar ciertos rasgos con una base de datos de materiales conocidos de la época del artista. Con algoritmos muy avanzados puede realizar un análisis del tema y del simbolismo presente, identificar objetos, personajes y temas recurrentes en una obra. Esto ayuda a los investigadores a estudiar cómo un artista representa ciertos conceptos o símbolos a lo largo de su carrera.

Las descripciones de las obras aparecen acompañadas por el audio correspondiente

 

¿CON QUÉ NOS QUEDAMOS? PROS Y CONTRAS

La IA carece de los elementos más profundos y humanos de la apreciación artística, actualmente presenta importantes lagunas como puede ser la falta de creatividad y emoción. No tiene la capacidad de sentir o de ser creativa en el sentido humano. No puede comprender el dolor del artista al pintar, el contexto histórico-social de una época o la intención emocional detrás de una obra. Las interpretaciones de la IA no pueden, por tanto, ofrecer una lectura sobre los sentimientos o la experiencia del artista.

Otra de sus limitaciones es la ausencia de contexto cultural e histórico. Una obra de arte no existe en el vacío. Su significado está ligado a la cultura, la historia personal del artista y los eventos de su tiempo. La IA, que se basa en datos y patrones, puede pasar por alto estos elementos subjetivos y cruciales. Por ejemplo, podría describir el color rojo de un cuadro, pero no sabría si ese color simboliza la pasión en una cultura o el luto en otra. En ocasiones, ciertas reflexiones históricas de la obra de Garnelo y algunos análisis históricos y sociales de Artera, pueden parecer osados intentos de adivinar lo que el pintor tenía en su mente. Estas elucubraciones son derivadas del esfuerzo por intentar ver el cuadro no solo como una imagen, sino como una ventana a un momento histórico y cultural específico, de enriquecer nuestra apreciación.

Hemos de tener siempre presente que la IA es una herramienta técnica, un buen punto de partida. Sus interpretaciones son un excelente complemento para el análisis humano, no un sustituto. Las consideraciones sobre el significado, la emoción, el contexto y la intención del artista siguen siendo un territorio exclusivo para las cualidades humanas.

En general, podemos decir que la IA es muy útil para analizar el «qué» y el «cómo» de una obra de arte, pero no para comprender el «por qué» de su existencia. Debemos usarla como un punto de partida personal para entender la técnica, y complementar esa información con nuestra propia curiosidad y aprendizaje sobre la historia del arte, sobre Garnelo y todo aquello que nos permita profundizar en la verdadera esencia de cada pieza.

 

                                   F. R.