«LA GRUTA DE LOURDES» EN VARSOVIA. Por Sofía Casanova Lutoslawski

La Gruta de Lourdes, de José Garnelo y Alda; concebida para la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1897, se expuso en Paris en 1898 y visitó Varsovia durante la primavera de 1899.

La Gruta de Lourdes, 1897. Óleo sobre lienzo, 300 x 400 cm. Propiedad del Museo del Prado

De la mano de Sofía Casanova Lutoslawski, nuestra genial novelista, poetisa, periodista y corresponsal de guerra, conocemos algunas impresiones, sobre la premiada obra de Garnelo, en este extracto de uno de sus artículos para Revista Contemporánea.

La vida de Sofía es tan compleja e intrigante que todo en ella llama la atención e interesa, pero una de sus labores más importantes, y menos apreciada, es la periodística. El hecho de ser la primera corresponsal permanente de un periódico español (ABC), siendo mujer, ya es importantísimo; pero no es solo eso, desempeñó su labor de una manera tan inteligente, tan reflexiva y tan crítica que merecería estar en un puesto de reconocimiento muy diferente.

Tras su matrimonio con el filósofo y diplomático polaco, Wincenty Lutosławski, la pareja residía en Drozdowo, localidad polaca por aquel tiempo perteneciente a Rusia, aunque cercana a Varsovia. Sofía nos narra en una breve reseña, como espectadora, las buenas críticas sobre la obra en los comentarios de algunos asistentes a la Exposición de Pinturas de Kriwulski.

Sirvan estas líneas de modesto homenaje del Museo Garnelo a esta ilustre personalidad que, con su ejemplo y trabajo, defendió la cultura, las libertades, los derechos de la mujer y de todos aquellos por su condición desfavorecidos.

«Me dirigí á la Exposición de pinturas de Kriwulski. A la puerta en un gran cartel se anunciaba que estaba expuesto al público el lienzo «Lourdes», del pintor español Garnelo, uno de los maestros del arte contemporáneo.

Subí de prisa, crucé varios saloncillos pésimamente decorados, y me hallé ante la prodigiosa gruta copiada por nuestro artista.

Muchas personas contemplaban el lienzo y lo comentaban. Entre ellas un señor de edad decía á dos jóvenes que le oían atentamente:

¿Lo ven ustedes? Todavía los que mejor interpretan el sentimiento religioso individual y colectivo son los pintores españoles.

Y son grandes no solamente por el rico colorido y la maestría de la ejecución, sino porque están más influenciados por las tradiciones de su casa que por las novísimas teorías que esterilizan tantas inteligencias juveniles. Miren ustedes ese cuadro y compárenlo con esos dos de enfrente—»

Sofía Casanova Lutoslawski, para “Revista Contemporánea”. Varsovia, 30 de mayo de 1899

 

F. R.                            

HOMENAJE A LAS REPÚBLICAS AMERICANAS Y AL «GENIO DE LA RAZA». Presentación de la «Obra invitada»

Ayer, 26 de octubre, Miguel Carlos Clementson Lope, director de la Escuela de Arte «Mateo Inurria», Académico de la R. A. de Bellas Artes de Córdoba y autoridad en la figura de José Garnelo y Alda, pronunció en el Museo Garnelo la conferencia de presentación de la «Obra invitada», Homenaje a las Repúblicas Americanas y al «Genio de la Raza».

El acto, presidido por el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, contó con una importante asistencia que también tuvo el gusto de atender a la conferencia, La creación de la Guardia Civil en el reinado de Isabel II como nuevo modelo de seguridad pública, ofrecida por don Jesús Narciso Núñez Calvo, Coronel Jefe de la Guardia Civil de Cádiz.

Se cumple así el objetivo de Amigos del Museo Garnelo; las exposiciones de «obras invitadas» pueden ser un excelente pretexto para una «reflexión» cultural, artística o no, que eleve la obra de Garnelo a otra dimensión y que la interrelacione espacial y temporalmente con el complejo mundo que vivió el artista o con nuestras instituciones contemporáneas. En esta ocasión, la muestra es continuadora de la fiesta de «La Hispanidad», celebrada el 12 de octubre, día de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil.

Homenaje a las Repúblicas Americanas y al “Genio de la Raza” es un magnífico lienzo, de 185×204 cm, propiedad de María Joaquina Alda Garnelo, sobrinanieta del pintor. Se expone orlada por un marco dorado que Garnelo imaginó para ella, tallado en el mismo puede leerse, “EL GENIO DE LA RAZA HISPÁNICA”, en la parte superior, y en la inferior «SVB SOLE SVB UMBRA VIRENS» (florece tanto al sol como a la sombra).

El destino con el que Garnelo concibe esta composición es incierto, es muy probable que la obra que presentamos fuese el preparatorio de un mural, que bien pudiera ubicarse en un pabellón de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, de 1929. También es posible que, inacabada años antes, Garnelo la retocase para la exposición del Círculo de Bellas Artes, en 1934. Cargada de simbolismo y alegorías, la obra encierra un culto mensaje de la paleta garneliana, que Miguel Carlos Clementson interpretó en su magistral presentación en el Museo Garnelo.

“… Los romanos creían que un genio ayudaba a los hombres a lo largo de sus vidas, siendo éste una especie de ángel guardián que velaba por los intereses del protegido, cuidando de su salud y velando por su fertilidad. Tenía forma de figura alada o de hombre que portaba el cuerno de la abundancia —en la representación de Garnelo transmutado en bajel—…”

Clementson nos describe minuciosamente cada uno de los elementos simbólicos; nos habla de la nave Santa María que abraza el “Genio”, que en su vela mayor porta la imagen de la Virgen María; del ancla como representativo de la firmeza, solidez, tranquilidad y fidelidad, como la salvaguarda del marino y de las cadenas como elemento de unión entre pueblos, entre naciones, representación de toda común acción.

El cetro y la corona resplandecen como elementos de poder sobre un ornado cojín, símbolos de mando y solemnidad venida de lo divino. Sobre el pedestal que sustenta estos elementos se despliega el estandarte distintivo del Emperador Carlos V, con el águila bicéfala.

Alude Garnelo a la fundamentación religiosa y jurídica, plasmada mediante libros sobre los que se dispone un sable como personificación del ejército, garante de la permanencia de la institución de gobierno constituida e instaurada, y veladora del ordinario cumplimiento de las leyes concertadas.

Sobre un arcón cubierto con cueros, se asienta un suntuoso tintero de loza, de planta octogonal, en el que figuran depositadas distintas plumas de escritura, una alusión directa al complejo protocolo organizativo y administrativo que hubo de desplegarse en los territorios vírgenes del Nuevo Mundo. Lo que se deposita en el arcón constituye el tesoro de la tradición.

La presencia del globo terráqueo viene a significar la referencia mundial de la hispanidad, su vocación de universalidad. Un yelmo característico de la época imperial se dispone junto a un arcabuz, como directa alusión al papel desempeñado por el ejército español a lo largo de la historia en la defensa de estos amplios territorios, como reconocimiento a la sangre derramada por parte de los hijos de la patria.

En el fondo de la composición se han dispuesto una multitud de figuras femeninas, inquietas y orgullosas portadoras de sus respectivas banderas, que representan los distintos estados constituidos al paso del tiempo en lo que fue aquel imperio español. El gorro frigio que cubre las cabezas de las damas, supone un guiño del pintor a la propia República española, ahora tocaba congratularse con quienes aún eran caballo ganador en 1934, fecha en que se pintó esta obra. Cabe citar entre el grupo de féminas representadas, las que corresponden a las culturas aborígenes precolombinas, que figuran ataviadas con una indumentaria propia y diferenciada, ocupándose de aportar los frutos de la tierra, tal y como en los relieves romanos solía introducirse mediante la disposición de cuernos de abundancia, guirnaldas y festones.

Todo este agitado tropel femenino se dispone sobre una plataforma a la que se accede mediante unos escalones, que alegorizan una progresión hacia el conocimiento a través de las aguas representadas en la base de la composición.

Díptico de la obra

Los Amigos del Museo Garnelo agradecen a doña María Joaquina Alda Garnelo el depósito temporal de la obra y a don Miguel Carlos Clementson Lope su presentación en el Museo Garnelo, el veintiséis de octubre de 2022
F. R.                            

HOMENAJE A LAS REPÚBLICAS AMERICANAS Y AL «GENIO DE LA RAZA». Nueva Obra Invitada en el Museo Garnelo

«Obra Invitada» es una actividad que promueve la asociación Amigos del Museo Garnelo para dar a conocer obras de arte que, pertenecientes a colecciones particulares o a otras pinacotecas, no son de fácil acceso, pero sí importantes para completar la visión y el conocimiento que tenemos de José Garnelo y Alda.

La Hispanidad es un tema recurrente en la obra de Garnelo, hemos de recordar que «Primeros homenajes del Nuevo Mundo a Colón», propiedad del Museo Naval, fue Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Chicago de 1893, La Colombina.

Era habitual, en la pintura académica de los años veinte, la representación de escenas históricas de un pasado glorioso y, al final de la década, el espíritu de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, de 1929, consiguió que muchos artistas hicieran suyo el homenaje a los pueblos de Iberoamérica. Quizás fuese decisiva la formación que articuló la Academia de Bellas Artes de San Fernando, a la que pertenecía Garnelo, que hizo comunes los temas de historia, junto a los de religión y mitología, en las pruebas que se realizaban de pintura. A través de ellos se reforzaba el sentimiento patriótico entre los jóvenes artistas y, como resultado, se exponían de forma pública valores y rasgos esenciales de la Patria, como había sucedido anteriormente con la academia francesa, que acudió a ellos para honrar la figura de Luis XIV.

El próximo 26 de octubre, a las 19:30h, se mostrará al público en el Museo Garnelo este gran óleo sobre lienzo de 185×204 cm,  propiedad de María Joaquina Alda Garnelo, sobrinanieta del pintor. 

Es muy probable que la obra que presentamos fuese el preparatorio de un mural; expondremos también otra, de pequeño formato, que representa el busto del «Genio» y que apoya esta hipótesis. La de los veinte fue una década en la que Garnelo se había convertido en un referente en la decoración mural, con obras como la restauración de la cúpula de San Francisco el Grande y la bóveda de la antesala del despacho del Presidente del Tribunal Supremo, ambas en Madrid. El destino con el que Garnelo concibe esta composición es incierto, pero bien pudiera ser un pabellón de la Exposición Iberoamericana. También es posible que, inacabada años antes, Garnelo la terminase para la exposición del Círculo de Bellas Artes, en 1934. Probablemente ésta sea una de las últimas obras de gran formato que pinta Garnelo, solo expuesta en la citada muestra monográfica y en la sala Grifé & Escoda, en 1964. Cargada de simbolismo y alegorías, encierra un culto mensaje de la paleta garneliana que nos interpretará Miguel Carlos Clementson.

El acto estará presentado por Juan Carretero Lucena, Coronel Jefe de la Guardia Civil de Córdoba. La «Obra Invitada» será introducida por Miguel Carlos Clementson, miembro de la Real Academia de Córdoba y Director de la Escuela de Arte Mateo Inurria. Clementson, especialista en iconología, icnografía y gran estudioso de la figura de Garnelo, será quien contextualizará y describirá esta obra que representa el «Espíritu del Pueblo Americano”.

En la segunda parte de dicho acto tendrá lugar la conferencia “La creación de la Guardia Civil en el reinado de Isabel II como nuevo modelo de seguridad pública”, por Jesús Narciso Núñez, Coronel Jefe de la Guardia Civil de Cádiz, doctor en Historia y miembro de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias Artes y Letras.

Cartel del acto de presentación

 

F. R.