“LA MUERTE DE LUCANO”, RESTAURADA EN EL MUSEO DEL PRADO, ES PRESENTADA A LOS MEDIOS

1 de octubre de 2018

Retransmisión del acto de presentación en el Museo del Prado

TeleMadrid

Hoy culmina el largo proceso de restauración de La muerte de Lucano. La obra ha sido expuesta en la sala 61 del Museo del Prado, en una rueda de prensa que ha dado a conocer el laborioso trabajo de recuperación dirigido por Lucía Valverde.

Es un gran día para nuestra institución; vemos cumplido nuestro deseo, dieciocho años después de las primeras conversaciones entre Fidel Romero López (miembro del Consejo de Dirección del Museo Garnelo) y Jose Luís Díez García (por aquel entonces Jefe del Departamento de Pintura y Escultura del Museo del Prado.

Gracias a la receptividad y gestiones de Antonio Carpio Quintero, Alcalde de Montilla, el proyecto fue consolidándose, al entender el Museo del Prado que ningún otro espacio expositivo era mejor que nuestra institución.

Todas las corporaciones municipales, desde entonces hasta hoy, se han mostrado ilusionadas y comprometidas con la restauración y el depósito de la obra en nuestro museo, queremos expresarle a todas nuestro agradecimiento y, a la actual, el impulso económico definitivo.

En el acto de presentación han intervenido: Andrés Úbeda, director adjunto de Conservación e Investigación del Museo Nacional del Prado; el alcalde de Montilla, Rafael Llamas; Javier Barón, jefe del Área de Conservación de Pintura del Siglo XIX y la restauradora Lucía Martínez.

Restauración y exposición

La obra ha sido sometida, durante seis meses, a una importante intervención gracias a la aportación económica del Ayuntamiento de Montilla. Este proceso ha permitido recuperar todos los valores de manera que, a pesar de los daños, la imagen original no se ha visto alterada.

Antes de su traslado al Museo Garnelo de Montilla se expondrá en la sala 61 del edificio Villanueva por un período de dos meses.

Durante un período de seis meses La muerte de Lucano de José Garnelo, que obtuvo la segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887, ha permanecido en los talleres de Restauración del Museo del Prado, que cuentan con la colaboración de la Fundación Iberdrola España, para ser sometida a una importante intervención que ha supuesto la recuperación completa de la obra.

Por Real Orden de 12 de julio de 1928, la pintura de José Garnelo se depositó en el Instituto Provincial de Jerez de la Frontera (Cádiz), actualmente Instituto de Educación Secundaria “Padre Luis Coloma”, en donde ha permanecido hasta 2008, cuando se autorizó su levantamiento, para su nuevo depósito en el Museo Garnelo de
Montilla (Córdoba). Previamente a su traslado, la pintura se protegió, se desmontó de su bastidor y se colocó en un rulo para facilitar su transporte a Montilla.

Finalmente, en enero de 2018 comenzó la restauración, realizada en el taller de restauración del Museo del Prado por Ana Isabel Ortega y Álvaro Fernández, dirigidos por Lucía Martínez Valverde, miembro del Área de Restauración del Prado. Los trabajos comenzaron por la consolidación del soporte, tarea que se inició con la eliminación de los parches colocados para reparar las roturas y otros daños antiguos. Una vez eliminados todos los elementos no originales fue necesaria una la limpieza profunda de las colas empleadas en la antigua restauración para adherir los parches y las bandas perimetrales, ya que se habían utilizado colas sintéticas de difícil eliminación.

Recuperado el lienzo original y sin elementos extraños, se pudo realizar la fijación y consolidación de su capa pictórica. En este proceso se eliminaron las grandes deformaciones y se trabajaron las roturas para eliminar sus pliegues. Para reparar agujeros y desgarros fue necesario realizar más de treinta nuevos parches e injertos. De estos refuerzos, el más grande tiene aproximadamente 70 x 20 centímetros. Las nuevas bandas de tensión permitieron el nuevo montaje en el bastidor, una estructura robusta y de gran calidad que realizó el carpintero Tomás Duaso para garantizar la conservación futura de la obra. Además, para dar mayor solidez al soporte, se clavó sobre una tela de apoyo.

A partir de este momento la pintura estaba estabilizada pero su aspecto era muy deficiente por la acumulación de suciedad y la oxidación del barniz. La limpieza ha permitido recuperar todos los valores de manera que, a pesar de los daños, la imagen original no se ha visto alterada. Se ha recuperado la representación del espacio y cada figura adquiere su significado, sobre todo aquellas que están en el segundo término y apenas se podían reconocer. Con la limpieza también se hacen visibles detalles que sirven para comprender la escena, como las gotas de sangre que hay en el borde de la bañera, que hablan del suicidio del poeta después de haber sido acusado de participar en la conjura de Pisón.

También, el pergamino del ángulo inferior derecho cuyo texto estaba oculto por repintes. Ahora se pueden leer las primeras letras de Pharsalia, la epopeya escrita por Lucano en el año 61 d.C. El trabajo finalizó con la reintegración del color en las zonas pérdidas, y así facilitar al espectador la comprensión y el disfrute de la obra.

La obra, fechada en 1887, describe el tema representado a partir de este fragmento de Castelar, Discurso sobre Lucano: “Sobre su cadáver, inanimado y frío, se inclinaba llorosa una mujer que había recogido el postrer suspiro de los labios del poeta para guardarlo en su amante pecho, y las cenizas de su gloria para mostrarlas á las futuras generaciones” (Texto extractado de: Pintura del Siglo XIX en el Museo del Prado: Catálogo General, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2015, pp. 215-216).

Representa el suicidio de Marco Anneo Lucano (Córdoba, 39-Roma, 65). Su participación en la conjura de Pisón contra Nerón le valió la condena a muerte, a la cual se anticipó cortándose las venas. La presencia de su esposa, Pola Argentaria, y de sus amigos, transmite la emoción de la escena, lo mismo que las rosas cortadas, las cadenas y los manuscritos del poeta. El énfasis en la anatomía, la amplitud de la ejecución y el acierto en la armonía del color y en el estudio de la luz hacen de esta obra la más importante de su autor, artista culto que llegaría a ser subdirector del Prado.

 

F. R.                            

“LA MUERTE DE LUCANO” COMIENZA A SER RESTAURADA EN “EL PRADO”

El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, acompañado de la teniente de alcalde del área Sociocultural, Conchi Espejo y el director de la Casa de las Aguas, José Antonio Cerezo, han informado esta mañana que ya han comenzado los trabajos de restauración del cuadro “La muerte de Lucano”, obra de José Garnelo que se encuentra en el Museo Garnelo, como paso previo para su traslado y exhibición en el Museo Garnelo de esta ciudad.

Los trabajos tienen una duración prevista de 4 meses y medio tras los cuales esta obra de grandes dimensiones (5 x 3,4 m.) se trasladará hasta Montilla de nuevo tras el período en que permaneció en el museo durante el año 2009, cuando volvió hasta el Museo Garnelo para su restauración. Según han explicado las autoridades municipales, el Ayuntamiento aportará a este proceso de restauración la cantidad de 21.000 €, la mitad del coste total, ya que el resto lo asume el Museo del Prado.

Conchi Espejo ha explicado que este proyecto se comenzó en el año 2000 cuando se puso en marcha por la asociación Amigos del Museo. En el año 2007, el entonces alcalde Antonio Carpio hizo la solicitud formal para contar con esta pintura de nuevo. “Estos trabajos van a permitir que contemos en Montilla con una de las obras más importantes de Garnelo, con la que obtuvo medalla de segunda clase en la exposición nacional de 1887, cuando contaba con 20 años”.

José Antonio Cerezo ha destacado que la obra, por sus dimensiones “es de las que hacen Museo” y viene a sumarse al cuadro “Manantial de amor”, que podrán verse conjuntamente en la sala de grandes formatos que tiene el Museo en la planta baja. “Aunque las cesiones que realiza el cuadro son por cinco años, nuestra intención es seguir renovándolas para que esta obra permanezca en nuestro Museo”.

Por su parte el alcalde montillano ha reconocido “la obligación moral que teníamos con las anteriores corporaciones que han ido trabajando en este proyecto que vamos a ver materializado en pocos meses ya que nos comprometimos a relanzar esta iniciativa”. Llamas ha destacado que la financiación de los trabajos de restauración hay que plantearlos “como una inversión que realiza el Ayuntamiento, un recurso más que tenemos para hacer más atractiva nuestra ciudad y potenciar las visitas interesadas en conocer nuestra oferta cultural”. Además ha destacado el trabajo realizado desde la dirección de la Casa de las Aguas y las buenas relaciones existentes con el Museo del Prado, que quiere participar activamente en el proyecto del Museo Garnelo “lo que hace que el precio que vamos a pagar sea sensiblemente inferior al costo real”.

RECUPERAR LA OBRA DE GARNELO

El Museo Garnelo lleva a cabo un ambicioso proyecto de recuperación de obra de José Garnelo, que forma parte de “El Prado disperso”. Paralelo a la creación del Museo Garnelo, comienzan las primeras aproximaciones con objeto de recuperar dos obras: “La muerte Lucano” (Segunda Medalla en la Exposición Nacional de 1887) depositada en Jerez de la Frontera desde la época de Miguel Primo de Rivera y “Jesús, Manantial de Amor” (Primera Medalla, Exposición Nacional de 1901), ubicada en la Embajada de España en Lisboa. En esta iniciativa han participado los sucesivos presidentes del Museo Garnelo (Antonio Carpio Quintero, Rosa Lucía Polonio Contreras, Federico Cabello de Alba Hernández y en la actualidad, Rafael Llamas Salas, que ha culminado el proyecto iniciado hace largos años). El camino emprendido en los primeros años de la pasada década, tuvo su primer hito con la concesión, en 2008, por parte del Museo del Prado del lienzo de Garnelo “La muerte de Lucano” (P-7674) mediante contrato suscrito con, la entonces alcaldesa y presidenta del Museo Garnelo, Rosa Lucía Polonio Contreras, y renovado en 2014 con Federico Cabello de Alba Hernández.

El citado lienzo se encuentra en la actualidad en los talleres del Museo del Prado para su restauración y posterior envío al Museo Garnelo de Montilla. Los trabajos podrían estar acabados después de seis meses.

La segunda de las obras solicitadas, “Jesús, Manantial de Amor” (P-6987), destinada a la Embajada de España en Lisboa, se conservaba últimamente en la Sociedade Espanhola de Beneficencia y de allí pasó a los Talleres del Prado, desde donde fue trasladado al museo montillano, tras su restauración, en el mes de abril de 2015.

En la restauración de “La muerte de Lucano” participa el Museo Nacional del Prado y el Museo Garnelo y los trabajos se llevarán a cabo bajo la estricta supervisión de nuestra primera institución museística.

El proyecto presentado el 29 de agosto de 2014, por D. Enrique Quintana Calamita, Coordinador Jefe de los talleres de restauración del Museo Nacional del Prado, incluye:

  • Análisis físicos.
  • Sustitución del bastidor.
  • Tratamiento de restauración (estucado, reintegración cromática, reintegración de pigmentos al barniz)
  • Tratamiento de conservación y montaje.

El tiempo estimado para la restauración en los talleres del Museo del Prado sería de siete meses (dos restauradores).

 

F. R.                            

EL MUSEO DE BELLAS ARTES DE CÓRDOBA ACOGE LA EXPOSICIÓN «GARNELO, PINTOR VIAJERO»

CÓRDOBA, 11 (EUROPA PRESS)

El delegado de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta en Córdoba, Francisco Alcalde, ha inaugurado este miércoles la exposición ‘Garnelo, pintor viajero’, organizada por el Museo de Bellas Artes de Córdoba en colaboración con el Museo Garnelo, de Montilla (Córdoba).

Se trata de la segunda de las exposiciones organizadas en 2017 por el Museo de Bellas Artes con motivo de haber sido declarado este año por la Organización Mundial del Turismo, como ‘Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo’.

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Según ha señalado Alcalde, la muestra es continuación de la recientemente clausurada ‘Andalucía, una mirada desde afuera’. En aquella, «era la visión de los primeros viajeros ilustrados europeos, que plasmaban en sus grabados y estampas cómo nos veían a nosotros, con nuestro particular exotismo orientalista, llevando sus creaciones a las primeras ‘guías turísticas’, e incitando con sus ilustraciones maestras a realizar ese soñado viaje al oriente que la imaginación del burgués medio europeo anhelaba».

«En esta exposición –ha afirmado el delegado– es la mente de un ilustrado español el que, un siglo después, pone de manifiesto cómo veía los principales paisajes culturales de Europa (Francia, Italia y especialmente Grecia), realizando ese otro ‘tour ilustrado’ necesario para cualquier buen amante de la tradición clásica cultural y política de Europa».
La exposición consta de 60 obras de pequeño formato, generalmente óleos sobre tabla, que recogen apuntes realizados por José Garnelo en diferentes viajes, especialmente de uno, turístico e intelectual a la vez, llevado a cabo en 1911 para adentrarse en Grecia desde Albania, hasta volver vía Italia. Durante el mismo, Garnelo pintó numerosas obras, que le sirvieron para ilustrar su propio relato cultural, que publicó posteriormente, dando en Madrid alguna conferencia a propósito y haciéndolo imprimir para constancia del futuro.
Por tanto, el pintor iba allí para aprender, para completar su formación y luego poder verter su magisterio. En su tiempo, un artista que se preciase no podía llegar a serlo sin tener una sólida formación clasicista, conociendo las obras de los antiguos griegos. Pero también sus edificios, sus paisajes, su pensamiento y su filosofía. Cosa fundamental que actualmente parece olvidada.
En todas ellas, el gran pintor montillano, que ejerció didáctica y pedagogía sobre distintas generaciones de artistas españoles, llegando a ocupar incluso durante unos años la dirección del Museo del Prado, pone de manifiesto su buen hacer y su agudeza en la captación de la luz, patentizando un concepto de ‘paisajismo renovado’ que, al eco de las nuevas ideas desarrolladas en España por la Institución Libre de Enseñanza, superaría el tradicional paisaje naturalista y empirista promocionado desde 1860 a través de la cátedra de paisaje de la Real Academia de San Fernando por el belga Carlos de Haes, que fue director de la misma hasta su fallecimiento en 1898.
A Garnelo le interesó el paisaje a lo largo de toda su vida. Lo manifestó ya en 1886, con veinte años, cuando pintó, durante un viaje a Granada, diferentes vistas de La Alhambra y de Sierra Nevada, demostrando que el paisaje significaba para él algo más que una moda pasajera o temporal. Luego se dejó influir de la moda francesa de la llamada Escuela de Barbizón, especialmente de Camille Corot (1796-1875), y también de los Machiaioli italianos, esos artistas que pintaban a base de manchas, realizando obras bien empastadas.
Más tarde, entre 1888 y 1892, Garnelo visitó varias veces en Italia y entre 1891 y 1910, Austria, Inglaterra y Francia. De todos sus viajes dejó algún testimonio pictórico, siendo estas obras de pequeño formato excelentes ‘instantáneas’, o perfectos ‘testimonios parlantes’ de todos estos viajes y de los detalles de la realidad que le causaron impacto.
El delegado ha valorado la calidad del Museo Garnelo de Montilla y el trabajo de su Asociación de Amigos, y ha mostrado su reconocimiento para José Antonio Cerezo Aranda y Manuel Cabello de Alba Moyano, «sin cuyo desprendimiento y generosidad, esta exposición no hubiera sido posible».

«EMPEÑO COLECTIVO»
Francisco Alcalde ha señalado que la muestra que ofrece hasta marzo el Bellas Artes de Córdoba «es un verdadero empeño colectivo», ya que en su material didáctico han colaborado también la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad de Córdoba, a través de su Departamento de Ingeniería Gráfica y Geomática; y el Real Jardín Botánico de Córdoba.
«Nuestro agradecimiento –ha dicho el delegado– a Rosa Gallardo, directora de la Etsiam, a Francisco Montes, director del Departamento, y a Francisco Jurado, autor del video que acompaña a la muestra, así como a los responsables del Real Jardín Botánico de Córdoba, a su gerente, Francisco Foche, a su directora científica, Enriqueta Martín, y especialmente a Alfonso Jiménez, de su Unidad Técnica, no solo por haber mostrado interés en el estudio de la flora que reflejan las pinturas de Garnelo, sino también por su colaboración con el Museo de Bellas Artes en la recuperación del Jardín o patio de la familia Romero de Torres».
Esta muestra se suma a los actos que se están celebrando en Montilla con motivo del 150 aniversario del establecimiento allí del pintor valenciano procedente de Enguera. Con tal motivo, se han organizado varias visitas guiadas y se ofrecerán también dos conferencias, en el salón de actos de la Delegación de Cultura, una el 14 de noviembre, sobre la flora en la pintura de José Garnelo, impartida por Alfonso Jiménez, del Real Jardín Botánico, y otra el 9 de febrero de 2018, sobre Garnelo y los pintores catalanes, por Antonio Bautista Durán, vicedecano de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla.

EL PAPEL DEL DIBUJO. COLECCIÓN MANUEL CABELLO DE ALBA. Dibujos españoles y europeos de los siglos XVIII-XX

El Museo Garnelo, con motivo de los actos celebrados en el Día Internacional de los Museos, expone del 25 de mayo al 19 de julio de 2016 una muestra de los dibujos del coleccionista montillano Manuel Cabello de Alba Moyano.

Portada tríptico

Tras la magnífica acogida, tanto en prensa especializada como en medios audiovisuales, de la exposición El papel del dibujo. Colección Manuel Cabello de Alba, celebrada en la Casa del Cordón de Burgos y producida por la Fundación Cultural Cordón, agradecemos al coleccionista la gentileza de mostrarla en su localidad y de acercarla a las retinas de sus vecinos.

En la selección de la muestra están presentes las distintas escuelas y focos de España (Andalucía, Castilla, Valencia, País Vasco, Cataluña…), con autores tan representativos como Garnelo, Domínguez Becquer, Romero de Torres, Madrazo, Fortuny, Sorolla, Regoyos, Zuloaga, Torres García, Eduardo Rosales, Maximino Peña, Meifrén, Mir, Llimona, Baixeras, Ramón Casas o Mariano Benllire, hasta trazar un completo panorama de los diferentes modos de hacer y de sentir la creación artística en nuestro país.

A ellos se suman un ramillete de dibujos provenientes de Italia, Inglaterra y Francia firmados por artistas como Honoré Daumier o Paul Gavarni. Se ha apostado por abrir al máximo la relación de artistas para que cupiera un mayor número de voces: antes que concentrarse en un grupo reducido de autores, conocidos por el gran público, se opta, pues, por incorporar algunas obras maestras de artistas que fueron unánimemente reconocidos en su tiempo y que cayeron en el olvido años después.

El origen de la colección de dibujo de Manuel Cabello de Alba es, en cierta manera, casual. En su apasionada búsqueda de obra perteneciente al pintor José Garnelo y Alda (1866-1944), con cuya reivindicación y defensa Cabello de Alba está comprometido desde niño, y que cristalizó con la apertura del Museo Garnelo de Montilla, fueron cruzándose estos dibujos que, paso a paso, han configurado un extraordinario gabinete. Más allá de los nombres concretos, sobresale la insólita calidad de cada una de las obras, algunas de las cuales descuellan por su indudable maestría.

 

F. R.                            

 

OCHO «GARNELOS» VIAJAN A BURGOS, EN PRÉSTAMO PARA LA EXPOSICIÓN: «EL PAPEL DEL DIBUJO, COLECCIÓN MANUEL CABELLO DE ALBA»

«Cultural Cordón» acoge, del 11 de febrero al 30 de abril, la exposición ‘El papel del dibujo. Colección Manuel Cabello de Alba. Dibujos españoles y europeos de los siglos XVIII-XX’, compuesta por 128 creaciones pertenecientes a más de 90 autores españoles y europeos y que supone la primera ocasión en que la excepcional colección de dibujo de Cabello de Alba se muestra al público. La exposición tendrá lugar en la «Casa del Cordón», histórico y emblemático edificio de la ciudad castellana.

Leer en la revista de la Fundación Caja Burgos

El Museo Garnelo colabora con ocho de las obras de Garnelo que Manuel Cabello de Alba cedió para la constitución de nuestros fondos museísticos: Picos de Europa, Torrente, Talía Musa, Pueblos sometidos, Desnudo masculino, Mujer con toca, La Belleza y Enterrar a los muertos. Muchas de las obras que conforman la muestra son, en rigor, inéditas y desconocidas para la mayoría de los espectadores. La selección ampara variadas sensibilidades y preocupaciones formales, desde el neoclasicismo y el naturalismo al simbolismo y el modernismo, desde los trazos sueltos y ligeros de los dibujos que se asoman a las primeras vanguardias a los acabados y rotundos ejercicios de destreza académica.

Así, en la selección de la muestra están presentes las distintas escuelas y focos de España (Andalucía, Castilla, Valencia, País Vasco, Cataluña…), con autores tan representativos como Garnelo, Domínguez Becquer, Romero de Torres, Madrazo, Fortuny, Sorolla, Regoyos, Zuloaga, Torres García, Eduardo Rosales, Maximino Peña, Meifrén, Mir, Llimona, Baixeras, Ramón Casas o Mariano Benllire, hasta trazar un completo panorama de los diferentes modos de hacer y de sentir la creación artística en nuestro país.

A ellos se suman un ramillete de dibujos provenientes de Italia, Inglaterra y Francia firmados por artistas como Honoré Daumier o Paul Gavarni. Se ha apostado por abrir al máximo la relación de artistas para que cupiera un mayor número de voces: antes que concentrarse en un grupo reducido de autores, conocidos por el gran público, se opta, pues, por incorporar algunas obras maestras de artistas que fueron unánimemente reconocidos en su tiempo y que cayeron en el olvido años después.

EL CONCEPTO EXPOSITIVO. Si una idea domina el criterio que ha dado forma a esta exposición de dibujo es la de belleza. La pericia técnica, la habilidad para sintetizar, la capacidad de sugerir con unos pocos rasgos o de construir una obra compleja con un acabado ejercicio de perfiles y sombras, han determinado la arquitectura final de la muestra.

Todos los temas, desde la pintura de historia y los ejercicios de modelado en torno al cuerpo humano, el uso y el tratamiento del color, la elaboración de ornamentos, la ilustración, la figura y sus actitudes, el retrato, los oficios, las tradiciones y muy en particular el paisaje y sus numerosas posibilidades constituyen las motivaciones del recorrido y el argumento de esta exposición.

Las diferentes secciones huyen deliberadamente de todo relato historicista, para articularse en función de conceptos estéticos inherentes al dibujo. Son capítulos abiertos en los que se entremezclan autores y géneros, como si se trataran de cuatro grandes trazos en los que, de manera muchas veces indistinta, pueden confluir unas
y otras obras.

LA COLECCIÓN MANUEL CABELLO DE ALBA. El origen de la colección de dibujo de Manuel Cabello de Alba es, en cierta manera, casual. En su apasionada búsqueda de obra perteneciente al pintor José Garnelo y Alda (1866-1944), con cuya reivindicación y defensa Cabello de Alba está comprometido desde niño, y que cristalizó con la apertura del Museo Garnelo de Montilla, fueron cruzándose estos dibujos que, paso a paso, han configurado un extraordinario gabinete. Más allá de los nombres concretos, sobresale la insólita calidad de cada una de las obras, algunas de las cuales descuellan por su indudable maestría.

 

F. R.                            

EL MUSEO GARNELO Y MONTILLA EN AGROSFERA

El programa Agrosfera, de RTVE, dedica un reportaje a Montilla y parte de la campiña cordobesa. El documento centra su atención en nuestro museo, con la intervención de su director, D. José Antonio Cerezo Aranda.

«JESÚS, MANANTIAL DE AMOR», EN EL MUSEO GARNELO

El pasado 17 de abril de 2015, tuvo lugar la recepción oficial de «Jesús, manantial de amor» en el Museo Garnelo.
La obra, procedente de Lisboa, donde originariamente había pertenecido a la Embajada de España en Portugal, es un gran lienzo, de 190 x 300 centímetros, que Garnelo presentó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1901, donde obtuvo Primera Medalla. Tras su restauración en el Museo del Prado, nuestra primera pinacoteca lo cede en depósito al Museo Garnelo donde, según palabras de la conservadora cedente, «es donde debe estar».
En el acto, que extractamos a continuación, intervino Mercedes Orihuela Maeso, conservadora del Museo del Prado, junto a Federico Cabello de Alba Hernández, alcalde de Montilla y José Antonio Cerezo Aranda, director del Museo Garnelo.

PRESENTACIÓN DE «JESÚS MANANTIAL DE AMOR»

JESUS MANANTIAL

«Jesús Manantial de Amor» llega al Museo Garnelo en depósito, procedente del Museo del Prado, su propietario.
Terminado en 1901, el lienzo de 190 x 300 cm., obtuvo posteriormente «Primera Medalla» en la Exposición Nacional de Bellas Artes.

… La obra es motivo de alto valor filosófico religioso. En medio de un campo limitado por ligeras ondulaciones de lejanías se ve á Jesús, de cuyos pies parte un arroyo. Cerca de Cristo y a ambos lados, representados por un grupo de jovencitas vestidas de blanco, se ve el clamor místico; por una madre con el pequeñuelo en brazos, el maternal; por frailes, por hombres que predican, por mujeres desnudas, reclinadas en el fango, en fin, los demás amores…

Ilustración Española, 12 de mayo de 1901

Con motivo del acto en que el Museo del Prado deposita la obra en el Museo Garnelo, doña Mercedes Orihuela Maeso, conservadora de la prestigiosa entidad, pronunciará unas palabras de presentación el próximo viernes, 17 de abril de 2015, a las 17:30h., en la Casa de las Aguas.

 

F. R.                            

 

EL CASINO DE MADRID RECUERDA A SU «SOCIO ILUSTRE», D. JOSÉ GARNELO Y ALDA

El Casino de Madrid, dentro de la sección «Socios Ilustres» de su revista de marzo 2015, recuerda la figura del maestro, que ingresó como socio el 25 de noviembre de 1916 y permaneció, como tal, hasta enero de 1944, mismo año de su fallecimiento.

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Se trata de un documentado artículo, de Andrés Bayonas, con referencias a su vida, a su obra y a la importancia de contar con su museo monográfico en Montilla.
Desde la imagen, enlazamos directamente al sumario de la revista del Casino de Madrid, donde puede leer el artículo completo.

 

F. R.